miércoles, 7 de noviembre de 2018

Teatro como espacio de protesta



La última pieza dramática de la compañía La caldo con enjundia teatro, es presentada en Teatro Sidarte llamada “Pensión” o “El día que cayó” escrita y dirigida por Vicente Larenas y representada por: Leo Santana, Marcos Araya, Valeria Soto, Serge Santana y Vicente Larenas.

La obra nos transporta al día 10 de diciembre del 2006, bajo el mandato de Michelle Bachelet, en el que se anuncia el fallecimiento del dictador Augusto Pinochet.

La acción dramática se desenvuelve en una pensión en la cual habitan cinco  personajes: Un profesor de historia, una vendedora ambulante, un payaso callejero, un cantante de rap y un militar que, a modo de sátira, solamente se comunica con pitidos.

La obra es fuerte y directa. Los diálogos de los personajes son interesantes llenos sentimiento y pasión en conjunto a la potencia actoral. La puesta en escena genera una apertura a un espacio de conversación intergeneracional en torno a la historia de las luchas políticas y su represión.

Cada personaje escogía su manera de recordar, algunos aludían al dolor y a la pérdida, otros enfatizaban en la militancia. La pluralidad de memorias es lo más apreciado de la obra pues promueve la construcción de diferentes categorías de sujetos recordados: el trabajador, el militante, la víctima, el padre, el desaparecido, etc.

La obra parte con el monólogo de uno de los personajes acerca de la crisis de la educación chilena pues solo reparte conocimientos innecesarios y construye sujetos inconscientes mientras que propone el valor de la enseñanza como ente transformador de sujetos reflexivos y precursores a un proceso de construcción de memorias colectivas en contextos de violencia política.

Finalmente la puesta en escena dio lugar para preguntarse ¿Por qué hacer teatro político? Unas de las respuestas que se pueden connotar es por la importancia de transformar al teatro como espacio de lucha y de memoria que rompa con la localización y materialidad. No solo hacer memoria de los detenidos desaparecidos en cuanto a víctimas pues esto solo los fija en una categoría homogénea, sino integrar y recordar sus luchas y acciones políticas para que no queden olvidadas.

La propuesta principal de la puesta es exhibir las cinco versiones sobre un mismo hecho: la muerte de un tirano. No solo desde el lugar individual de un personaje puntual sino que se tiene como fin reconocernos a nosotros mismos en ellos que derrotados, sin aspiraciones y solo siendo una pequeña parte para un cambio, no dejamos de ser una parte fundamental en él.